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La memoria no se borra: Boca, River y los clubes argentinos, un bastión de los derechos humanos

Historias de socias y socios desaparecidos durante la última dictadura, recuperadas a partir del trabajo colectivo de los equipos del fútbol nacional.

Por Constanza Vanzini ·

24 de marzo de 2024

EL FÚTBOL ARGENTINO es más que lo que sucede alrededor de la pelota y en sus canchas. Las joyas del deporte nacional son los clubes a lo largo del país, fundamentales en la identidad albiceleste y espacios de participación y compromiso en lo referido a los derechos humanos.

Américo Mohmet Sady era socio de River desde 1963. Benjamín Dricas era socio de Boca. No alcanzaron a conocerse pero los une una fuerte historia en común.

 

Imagen El carnet de Américo Sady
El carnet de Américo Sady
 

En Núñez, Américo era comerciante e iba siempre a alentar al Millonario al estadio Monumental, a la platea San Martín, junto a su esposa y a sus hijos después de almorzar en el club y ver el partido de Reserva, tal como se hacía años atrás. En la Boca, Benjamín era conocido por su fanatismo por el Xeneize y también por su militancia desde adolescente. El Pato Fellini, como lo apodaban, fue fundador de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios).

Américo fue secuestrado a los 43 años, el 10 de mayo de 1976 en Villa Urquiza. Benjamín fue cercado, a los 19 años, por un operativo en un colectivo en zona oeste, el 30 de octubre del mismo año. Son sólo dos de los miles de desaparecidos por la última dictadura cívico-militar-eclesiástica que se perpetró en el poder hasta 1983.

Imagen El homenaje de Boca con familiares de sus socios desaparecidos
El homenaje de Boca con familiares de sus socios desaparecidos
 Son símbolos de una misma bandera que los clubes del fútbol argentino levantan desde hace muchos años. En el mes de la Memoria, River y Boca homenajearon a socios y socias detenidos-desaparecidos y les restituyeron los carnets a sus familiares, una acción que también ya hicieron previamente Banfield, Racing, Ferro y Huracán, entre otros.

Es un fenómeno que se dio a partir de la creación de la Coordinadora de DDHH del Fútbol Argentino, que reúne a hinchas de diferentes clubes, y también a las Comisiones dentro de los mismos, tanto de Primera como del Ascenso. Gustavo Veiga, autor del libro Deporte, desaparecidos y dictadura, de Ediciones Al Arco, afirmó: "Los clubes se convirtieron en un espacio de reflexión y militancia con las causas por memoria, verdad y justicia, ya no sólo son un espacio deportivo y de esparcimiento".

En la misma línea, Rodrigo Daskal, presidente de la nueva Comisión de Derechos Humanos en River, destacó: "Venimos trabajando desde hace mucho, pero eso ahora se hace de forma institucional y eso es clave para trabajar la memoria y otras cuestiones que muchas veces están ocultas o olvidadas, pero son importantes para la sociedad"."

 

Imagen El reciente homenaje de River por el Día de la Memoria
El reciente homenaje de River por el Día de la Memoria
 

Daskal señaló que el primer homenaje en un estadio a Abuelas de Plaza de Mayo se hizo en 2003, en el Monumental. Luego, hubo muchos más en las distintas canchas, incluso con la participación de la Selección Argentina en campañas por la memoria y la identidad.

Las familias de Américo y Benjamín no dejaron de ir a ver a River y a Boca durante toda su vida. El nieto de Américo actualmente va a la platea San Martín y mantiene viva su historia. “Acá papá y el abuelo siempre fueron felices”, le dijo su padre cuando era chiquito, la primera vez que lo llevó a la cancha. Los recuerdos no se borran. La memoria, tampoco.