Jeremías Florentín, el Oso que custodia el arco de la Selección Sub 17

LA SELECCIÓN ARGENTINA SUB 17 da pasos cada vez más firmes en el Mundial de Indonesia. De menor a mayor, concretó actuaciones convincentes y contundentes, reflejadas con goleadas frente a Polonia (4-0), Venezuela (5-0) y la mismísima Brasil (3-0) en cuartos de final. 

A la potencia ofensiva le agrega solidez en el fondo y el cerrojo del arco que estableció Jeremías Florentín, que milita en Talleres de Córdoba y que se adueñó del puesto tras el primer partido con derrota ante Senegal (1-2), al reemplazar a Froilán Díaz.

Ya estuvo en 4 cotejos y sólo recibió un tanto, en la victoria sobre Japón por 3-1 que fue su debut y marcó el inicio de la recuperación del equipo de Diego Placente."Estoy viviendo un sueño, algo que soñé de chiquito", expresó el futbolista al que apodan el Oso.

"¿Por qué me dicen Oso? Adiviná: ¡Grrrrr!", responde con una carcajada a la pregunta e imita un gruñido que no le sale tan bien como custodiar la valla Albiceleste. En una entrevista que publicó la cuenta de Twitter de la Selección, sostuvo que "fuimos de menor a mayor, el primer partido no arrancamos de la mejor manera. Cambiamos el chip rápidamente contra Japón y Polonia. Contra Venezuela hicimos un gran partido y con Brasil fue hermoso para jugar y lo disfrutamos mucho".

Precisamente, Florentín consideró que el éxito contra la Verdeamarela "significó mucho, ellos nos habían ganado en dos finales y teníamos esa espinita. Vencerlos así, jugando un gran partido, fue una gran felicidad".

Sobre el próximo rival, Alemania, en la semifinal de este martes, opinó que "son muy fuertes, altos, va a ser un partido muy físico. También juegan bien con la pelota, pero nosotros tenemos nuestras armas. Vamos a hacer todo para llegar a la final y cumplir el objetivo que queremos".

Acerca del aspecto defensivo, explicó que "los cinco del fundo estamos muy bien. Tengo dos centrales de mucha jerarquía que se immponen a los rivales y eso ayuda a que mantengamos el arco en cero". 

Y con el resto del equipo "me siento bien y muy confiado. Los veo desde atrás y disfruto verlos jugar, son muy buenos y así se hacen más fácil las cosas. Trato de darle seguridad al equipo".

"Vestir la camiseta de la Selección significa mucho, es un orgullo enorme para mí, para mi familia y para mi ciudad (San Justo, provincia de Santa Fe). Es lo máximo, lo que siempre soñé. A los argentinos que nos están alentando les digo que confíen porque tenemos un equipazo. Vamos paso a paso para llevar la única copa que falta a casa", concluyó esperanzado.