Primera División

Diego Martínez: el orgullo y la responsabilidad de ser el DT de Boca

A casi tres meses del inicio de su trabajo, el conductor Xeneize reflexionó sobre lo que le genera su función al frente de un gigante del fútbol argentino.

Por Redacción EG ·

28 de marzo de 2024

DIEGO MARTÍNEZ, entrenador de Boca, llegó al puesto que hoy ostenta después de varios idas y vueltas que incluyeron un conflicto con Huracán, el equipo que dejó para tomar la que consideraba la oportunidad de su vida.

Elegido por Juan Román Riquelme para enderezar el rumbo del equipo tras la gestión de Jorge Almirón y la decepción por haber perdido la final de la Copa Libertadores, comenzó el 2024 al frente del plantel. "Lo disfruto mucho y me siento un privilegiado de trabajar de lo que amo y del recorrido que tenemos. Para muchos del ascenso es un espejo porque vinimos de allá abajo y ahora estamos en el club más importante del país. Era lo que soñábamos y lo que esperábamos", afirma casi 3 meses después.


 
De cara a su primer desafío internacional, que comenzará el miércoles próximo a 4.500 metros de altura en Bolivia por la Copa Sudamericana ante Nacional Potosí y que definió como un "viaje complejo", se sumó un motivo de preocupación: tendrá enfrente el sábado nada menos que a San Lorenzo, un clásico que en Boca se vive con mucha intensidad. En tal sentido reconoce que "vamos a enfrentar a un equipo duro con mucho tiempo de trabajo y que tiene muy claro lo que quiere y cómo lo busca. En los entrenamientos que faltan veremos cuál es el mejor 11 que podemos poner"

En una conferencia de prensa previa al duelo con el Ciclón y que compartió con el conductor de su oponente, Rubén Darío Insua, Martínez demostró que no se casa con los referentes y que la da importancia a los más chicos: "La experiencia es muy importante pero estamos en un club donde los juveniles tienen mucha personalidad, se han formado en un club que te exige eso, para afrontar este tipo de situaciones. Si tienen que jugar lo pueden hacer sin ningún problema".

Al hacer un balance de su tarea, el exconductor de Tigre explicó que "estamos viviendo un proceso nuevo, vamos descubriendo cosas a medida que competimos. La búsqueda es constante en cuanto al ideal, no termina nunca, vas todo el tiempo descubriendo más allá de la idea y el horizonte hacia dónde ir. El equipo da muestras de crecimiento pero todavía tiene un margen importante para dar".

Al apartarse un instante de Boca y hacer una observación más global, reconoció que "me apasiona el fútbol argentino; quizá por mi pasado docente lo dé a entender como un proceso pedagógico, lo vivo así. Me da mucha verguenza cuando me veo, mis hijos me cargan. Me apasiona decirle a un muchacho algo que lo pueda ayudar, aunque a veces hacemos más lío".