El día que Dibu se agarró a piñas por un partido en el puerto ya como jugador de Arsenal
El influencer y cocinero Leandro Granato, conocido como El Yeti, reveló en el stream de El Gráfico una desopilante anécdota de su primo, el arquero campeón del Mundo.
Por Redacción EG ·
28 de junio de 2024
LEANDRO GRANATO, apodado el Yeti, es cocinero e influencer con millones de seguidores en las redes sociales. Originalmente artista plástico, es además el primo de Emiliano Martínez. Su relación con el arquero campeón del Mundo con la Selección Argentina es muy estrecha, al punto que cuando estaba en la pensión de Independiente, frecuentaba su casa de San Vicente, en el sur del conurbano.
El Yeti fue invitado a Manta Corta, el Stream de El Gráfico, y contó que "un día me llamó mi primo, estaba todo cagado a trompadas. Me dice: No, boludo, nos fuimos a jugar al puerto de Mar del Plata, se picanteó y nos agarramos a las piñas. Él ya era un flaco que jugaba en el Arsenal, pero mis primos son muy pasionales".
Sin embargo, explicó que "Dibu por momentos tiene la cabeza fría, y eso lo saca de la madre. Ese pensar, ese segundo de decir: 'Está todo bien, ya hice la boludez de bailar, ahora tengo que atajar'. Y el tipo tiene ese segundo para pensar. Ese segundo en que le viene la pelota y se tira, el chabón lo piensa. Algunos van a decir que la atajó de ojete. El chabón pensó e hizo lo que tenía que hacer. Tiene una frialdad tremenda, es un asesino a sueldo de la pelota, pero en el momento justo tiene la frialdad necesaria. En el momento en que a nosotros se nos caerían los pantalones, el tipo está en su salsa".
Responsable del programa Bruta Cocina, de gran suceso, calificó a su célebre pariente como un "fenómeno social" que aprovechó "esa cosa de estar en el momento justo con el talento justo". Concretamente, manifestó que "le debemos el Dibu a la pandemia", ya que se sumó al equipo de Lionel Scaloni porque Franco Armani sufría de Covid.
Se refirió específicamente a la semifinal de la Copa América 2021 ante Colombia, en la que Dibu se transformó en héroe: "Hizo una agrandada, una 'argentineada' que fue el 'mirá que te como', que la escuchamos porque no había gente en el estadio".
"Pero después aguantó con el cuerpo lo que dijo con la boca -añadió-, y eso nos dio amor. Si él se comía tres penales hoy era el pelotudo más grande de toda la Argentina. Él sabía que iba a todo o nada, no es un tibio. Quizá tenía otra oportunidad, pero ese era el momento. Te puedo asegurar que se lo dijo porque se lo quería comer, y si lo dejaban, le mordía un brazo".
